martes, 27 de marzo de 2007

Respeto para la profesión




El fenómeno blog es uno de los grandes episodios del nuevo siglo. Desde los años noventa del pasado siglo XX en los que surgió como un pequeño espacio en el que colgar opiniones, el blog ha evolucionado hasta cotas insospechadas. Las nuevas tecnologías y las utilidades que ha traido consigo Internet han dado lugar al weblog.
¿Qué es el weblog? Buena pregunta. Seguramente haya tantas opiniones y definiciones como usuarios. Unos dirán que es un espacio personal en la red desde el cada persona lanzan sus reflexiones; otros dirán que es un foro de debate en el que se discuten los temas de actualidad desde otra óptica. Lo que está claro es que el blog es un fenómeno que goza de una excelente salud y que cuenta con un número cada vez mayor de usuarios.
En el documental dirigido por Manuel Campo Vidal acerca del weblog se explica que éstos se han convertido en un mecanismo rápido y eficaz de transmisión de noticias. El ejemplo más claro es el de los atentados del Londres donde los propios afectados colgaron las primeras fotos de la tragedia. El blog es ahora un lugar donde se lanzan noticias con antelación o se destapan escándalos.
Algunos se han a presurado a afirmar que los blogs son periodismo, una nueva forma de retransmitir la información. Realizar esta afirmación es imprudente y equivocado. Si los blogs son periodismo y cualquier persona puede tener uno entonces se me acaban las razones por las que estoy realizando una carrera de cuatro años de duración. No se puede caer en la tentación de decir que un blog es periodismo porque deja la sensación de que cualquiera puede ser periodista. El error reside en la generalización, está claro que pueden existir blogs de periodismo pero como también pueden existir blogs de impresiones personales. Decir que el weblog es periodismo es realizar una generalización errónea e inconsciente. Ya es hora de que se respete una profesión que está de capa caída y que es de las peor valoradas por los ciudadanos, y el respeto tiene que llegar en primer lugar desde los propios periodistas.

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